Filiberto García es un gatillero duro y cínico que sin embargo viste con elegancia y posee un agudo instinto como investigador que es poco apreciado por sus jefes; lo que ellos consideran sus limitaciones, son las que lo llevan a ser una ficha necesaria para desmantelar una intriga contra la paz mundial que se anida en las calles de Dolores de la Ciudad de México, el acriollado y mediocre barrio chino de la capital del país. Sus colegas en el caso, uno del FBI y otro de la KGB, le hacen ver, a Filiberto, que se ha extralimitado en sus funciones con esas muertes innecesarias. Ellos poseen toda la información sobre el asunto y sobre él mismo, algo que al mexicano le parece sospechoso, y reconoce que él más bien está acostumbrado a resolver los problemas con una cuarenta y cinco perfectamente aceitada.
La mezcla de intereses desconcierta a Filiberto. Por un lado está el FBI que está obligado a cuidar a su presidente, pero, ¿qué hace la KGB, en plena guerra fría, protegiendo a su peor enemigo? Y entre ellos los chinos, que poseen su barrio, sus restaurantes, sus costumbres y que aparecen como los principales operadores del complot, donde también se asoman los cubanos como aliados de los rusos. Asimismo, los chinos pretenden convertir a México en una estación de tránsito entre Oriente y Norteamérica en el tráfico de sustancias prohibidas.
Entre las tiendas de curiosidades y los restaurantes de comida cantonesa, detrás de los fumaderos de opio y los cafés de chinos, Filiberto García va descubriendo que el complot —aparentemente iniciado en la Mongolia Exterior — tiene más relación con los vaivenes y amarguras de la política nacional que con las mafias orientales...
Escrita por Rafael Bernal y publicada por Libros del Asteroide, la novela "El Complot Mongol" tiene 256 páginas y puede ser adquirida por un precio de 16,95 euros.