Mostrando entradas con la etiqueta HISTORIA DE ESPAÑA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta HISTORIA DE ESPAÑA. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de noviembre de 2024

"EL ABISMO DEL OLVIDO", DE PACO ROCA Y RODRIGO TERRASA

 


El 14 de septiembre de 1940, 532 días después del final de la Guerra Civil española, José Celda fue fusilado por el régimen franquista junto a otros 11 hombres en la tapia trasera del cementerio de Paterna, en Valencia, y enterrado con ellos en una fosa común. Más de siete décadas después, y tras una larga travesía por el lado oscuro de un país acomplejado por su pasado, Pepica, la hija de José, una anciana ya octogenaria que tenía 8 años cuando mataron a su padre, logró por fin localizar y recuperar sus restos para restaurar su dignidad.

En la batalla personal de Pepica Celda contra el olvido fue decisivo el papel de Leoncio Badía, un joven republicano que había sido condenado tiempo atrás a trabajar como sepulturero en el cementerio de su pueblo. Jugándose el pellejo, Leoncio, un hombre obsesionado con el sentido de la vida y el orden del universo, había colaborado durante años y en secreto con las viudas de los represaliados de la guerra para identificar sus cadáveres, darles sepultura de la forma más digna posible, localizar sus fosas y ocultar mensajes entre sus restos, convencido de que algún día alguien podría sacarlos de allí.

Escrito por Paco Roca y Rodrigo Terrasa, dibujado por Paco Roca y publicado por Astiberri, "El abismo del olvido" tiene 296 páginas a color y puede ser adquirido por un precio de 25,00 euros.

viernes, 2 de abril de 2021

RECOMENDACIÓN: "CONTRAPASO. LOS HIJOS DE LOS OTROS", DE TERESA VALERO



Madrid, 1956, Léon Lenoir, hijo de un comunista muerto en la Guerra Civil, y Emilio Sanz, militante falangista, investigan para la sección de sucesos de «La Capital» crímenes que chocan con la imagen idílica que el dictador quiere dar del país. 

Su temeraria necesidad de revelar la verdad tras un supuesto suicidio los llevará a enfrentarse a la represión de la dictadura y a desvelar una oscura trama que implica a algunos de los médicos más prestigiosos del régimen. 

Escrito y dibujado por Teresa Valero y publicado por Norma Editorial, el álbum "Contrapaso. Los hijos de los otros" tiene 152 páginas a color y puede ser adquirido por un precio de 25,00 euros.

lunes, 12 de octubre de 2020

RECOMENDACIÓN: "HIJOS DEL CARBÓN", DE NOEMÍ SABUGAL

"Nos mancharemos las manos y la cara de carbón y caminaremos por una senda que está a punto de quedar borrada".


"Hijos del carbón" es un libro que se va a leer durante años y, por ello, solo se podía haber escrito ahora. 

En esta obra tan singular, mezcla de autobiografía, memoria, ensayo y reportaje, Noemí Sabugal narra sus recuerdos de infancia ligados a las minas de carbón y se embarca en un viaje por los principales entornos mineros de España: Galicia, Asturias, León, Palencia, Córdoba o Teruel

En cada una de las etapas conversa con trabajadores de los pozos, con políticos, con vecinos o con comerciantes, todos ellos afectados por una transición energética que conlleva el fin de una cultura y de una forma de comprender el mundo.

Las implicaciones económicas y sociales del cierre de las minas tendrán su correlato en las vidas de todos los "hijos del carbón", que ahora buscan un futuro nuevo y una nueva energía con la que poder ponerse de nuevo en pie.

Escrito por Noemí Sabugal y publicado, en septiembre de 2020, por Alfaguara, el libro "Hijos del carbón" tiene 336 páginas y puede ser adquirido por un precio de 18,90 euros.

jueves, 3 de octubre de 2019

RECOMENDACIÓN: "ISABEL II: UNA BIOGRAFÍA (1830-1904)", DE ISABEL BURDIEL


La llegada al trono de Isabel II, cuando aún era una niña, suscitó una guerra civil y abrió el camino para la ruptura liberal con el absolutismo

Reinó bajo la larga sombra de una madre poderosa que la despreciaba, de un marido que la odiaba y de unos partidos liberales que, incapaces de entenderse entre ellos, trataron de manipularla en beneficio propio

Su concepción del poder monárquico, netamente patrimonial, fue de la mano de la inadecuación de su comportamiento personal a los valores de la sociedad burguesa

Sin embargo, la extraordinaria capacidad de desestabilización política y moral de Isabel II, no fue la causa última de la falta de consenso del liberalismo isabelino sino su mejor exponente.

Las relaciones entre la monarquía y el liberalismo decimonónico eran difíciles tanto en España como en la Europa posrevolucionaria

Isabel II nunca fue una liberal moderadaA lo largo de todo su reinado, aunque de forma irregular o incluso errática, su objetivo (o al menos aquel que buscó en su nombre el entorno palaciego, incluido de forma notable el rey consorte) fue precisamente revertir la ruptura liberal producida cuando la reina era una niña

A diferencia de lo que llegó a hacer en momentos claves su madre, la regente María Cristina de Borbón, Isabel II nunca fue capaz de controlar y poner a su servicio, de manera sólida y efectiva, las dispersas fuerzas del moderantismo

Tampoco los moderados fueron capaces de lograr lo mismo respecto a ella, esto es, no pudieron convertirla por completo en un instrumento político en sus manos

El resultado fue la fabricación de un laberinto político, cada vez más intrincado, que puso a todos y a todo en tela de juicio.

El 30 de septiembre de 1868, una revolución largamente anunciada obligó a la familia real española a cruzar la frontera francesa camino del exilio. 

El 25 de junio de 1870, Isabel II abdicaba en su hijo Alfonso, quien restauró la dinastía Borbón a finales de 1874.

Los siguientes treinta años, Isabel II dedicó su vida al recuerdo de un poder perdido para siempre

Irritada y confusa primero, más o menos resignada después, Isabel II fue cayendo en el olvido hasta que su muerte, en abril de 1904en el Palacio de Castilla de la avenida Kléber de París, la devolvió brevemente a las páginas (secundarias) de los periódicos.

En manos de aquellos cronistas de ocasión, que se asomaban desde las luces del recién inaugurado siglo XX al oscuro pasado español, la historia de la vieja dama de la avenida Kléber sonaba lejana y exótica, ligeramente disparatada y bárbara

Heredera de un trono violentamente disputado cuando sólo tenía tres años, reina a los trece, casada a los dieciséis, siempre había sido demasiado joven para hacerse cargo de la dirección de un país recién salido "de las garras de la Inquisición" y sin preparación "para ingresar en el club de las naciones civilizadas y liberales".

Casi medio siglo atrás, poco antes de que la destronaran y de que, a la también temprana edad de treinta y ocho años, iniciase el largo exilio parisino, su primo hermano, cuñado y antiguo aspirante a su mano, el infante Enrique de Borbón, había resumido así el despilfarro del capital político y simbólico de la monarquía española llevado a cabo por Isabel II durante su reinado:
   
"... Os habéis despojado de vuestra inviolabilidad por falta de respeto propio como mujer y de nobles sentimientos como reina; os habéis despojado de vuestra autoridad al colocaros fuera de los principios de vuestro pueblo liberal […]. Nacisteis para representar con turbante en la cabeza, la corte de los serrallos, y no un pueblo europeo y constitucional […] ¿quién sino vuestro cetro ha reducido a esqueleto la monarquía más sólida y venerada?". 

Escrito por Isabel Burdiel, el libro "Isabel II: Una biografía (1830-1904)", que fue publicado, en noviembre de 2016, por Taurus, tiene 944 páginas y puede ser adquirido por un precio de 25,90 euros.

sábado, 13 de octubre de 2018

RECOMENDACIÓN: "ESPARTERO, EL PACIFICADOR", DE ADRIAN SCHUBERT

"En las guerras civiles no hay gloria para los vencedores ni mengua para los vencidos. Tened presente que cuando renace la paz todo se confunde; y que la relación de los padecimientos y los desastres, la de los triunfos y conquistas se mira como patrimonio común de los que antes pelearon en bandos contrarios", Baldomero Espartero, 1837



Nacido en 1793, Joaquín Baldomero Fernández Espartero fue el noveno hijo de un carretero del pueblo manchego de Granátula de Calatrava

En 1809, a los dieciséis años, tras obtener un título en la Universidad de Almagro, ya en sí mismo algo raro en la España de la época, se presentó voluntario en el Ejército para luchar contra los franceses como soldado raso

Supo aprovechar la nueva apertura de los cuerpos de oficiales bajo el régimen antinapoleónico y llegó a ser teniente

Cuando terminó esta guerra volvió a presentarse voluntario, esta vez para ir a América a defender el Imperio contra los movimientos independentistas de las coloniasA lo largo de casi diez años combatiendo ascendió hasta el rango de brigadier general

Cuando estalló la guerra carlista en octubre de 1833 volvió a ascender, y en la batalla de Luchana era general en jefe del Ejército del Norte

Pero Espartero no fue en modo alguno un caso único a este respecto. En la época de incesantes guerras que se inició con la Revolución francesa, muchos militares habían disfrutado de similares carreras meteóricas.

Pero lo que ocurrió después del 24 de diciembre de 1836 fue verdaderamente excepcional, una historia asombrosa digna de Stendhal o de Gabriel García Márquez

En agosto de 1839, Espartero puso fin a la guerra del norte con una paz negociada que le mereció el título no oficial, pero perdurable, de "Pacificador de España". 

A ello siguió una excelente campaña en el Maestrazgo en que derrotó totalmente a los carlistas

Después, en poco tiempo, fue héroe del liberalismo progresista, presidente del Consejo de Ministros y, en mayo de 1841, regente del reino

Poco más de dos años después fue expulsado del país y marchó al exilio en Gran Bretaña, donde vivió cuatro años y medio antes de que se le permitiera regresar a España

Ante la revolución de julio de 1854, la reina Isabel II le llamó otra vez al poder. No pasaron más que un par de años antes de que fuera otra vez obligado a dejarlo

Se le permitió permanecer en el país y regresó a Logroño, ciudad natal de su mujer y lugar de adopción suyo, donde vivió el resto de su vida

Asombrosamente, el fracaso de sus dos mandatos en el poder no destruyó su popularidad

Después que una revolución destronara a Isabel II en septiembre de 1868, se produjo una impresionante campaña para nombrar rey a Espartero, que tenía entonces setenta y cinco años; como es sabido, rechazó la invitación del Gobierno revolucionario a ser considerado para este cargo

De hecho, hasta la consolidación de la restaurada dinastía Borbón después de 1875, su vuelta a algún cargo político fue repetidamente considerada como una posibilidad.

No hubo un solo Espartero, coherente y consistente. Como soldado, su ilimitado valor físico, e incluso temeridad, le granjearon éxito tras éxito en el campo de batalla

Como jefe militar imponía una feroz disciplina, no le asustaba emplear el fusilamiento como castigo, y se preocupaba auténticamente de sus hombres, procuraba ahorrar vidas e incluso empleaba sus propios bienes para alimentarlos y vestirlos

Como general en jefe distaba de ser un Wellington, un Napoleón o un Grant, pero su cautela le salvó de ser derrotado y al fin le hizo posible terminar la guerra con éxito

Era un hombre de guerra que entendía que la solución militar no siempre es la mejor. Tenía una enorme seguridad en sí mismo, y hasta arrogancia

Durante los últimos años de la guerra carlista llegó a pensar que tenía un conocimiento único y privilegiado de las necesidades y deseos del pueblo español

Era un nacionalista español para quien la unidad nacional era el santo grial y él mismo su campeón

Era un monárquico ferviente que pasó toda su vida pública sosteniendo un trono amenazado, pero que respaldó la república cuando ésta llegó

Valoraba la lealtad a los amigos por encima de prácticamente todo y la cultivó en su vida política, por lo que pagó un alto precio

Fue un marido fiel y cariñoso, emocionalmente dependiente de la mujer, María Jacinta Guadalupe Martínez de Sicilia y Santa Cruz, que tanto hizo a favor de su carrera.

Aunque le encantaba la adulación, no era ambicioso, al menos no del modo que lo eran muchos de sus contemporáneos, civiles y militares

No ansiaba cargos ni poder, y desde luego no disfrutaba con el pesado trabajo de la vida políticaNo entendía a los políticos, pero tampoco ellos le entendían a él

El general que podía enfervorizar a sus hombres con sus arengas y cuya audacia era decisiva en el campo de batalla se quedaba casi sin palabras en el Parlamento y vacilaba en momentos de crisis políticas, pero se aproximó más que nadie antes de 1870 a ser un jefe de Estado verdaderamente constitucional. 

Esta singular yuxtaposición de pasividad y dinamismo era algo que compartía con el presidente de Estados Unidos Ulysses S. Grant, que fue en muchos sentidos una figura comparable

Uno y otro fueron un "don nadie que llegó a ser casi todo"; ambos libraron guerras civiles con ferocidad y las acabaron con gestos que aspiraban a producir la reconciliación nacional; y ambos, después de sus gestas militares, iniciaron trayectorias políticas que han sido objeto de controversia 

No obstante su riqueza, Espartero era un hombre de gustos sencillos que rehuía todo lo posible la pompa y el brillo de Madrid, y cuyo pasatiempo favorito era plantar árboles

Era un hombre honrado en una época en que los españoles sentían que esto era algo de lo que adolecía seriamente la vida pública

Si tuvo algún modelo éste sería seguramente Cincinato, pero otro más cercano era George Washington

La descripción que hace Gary Wills del primer presidente de Estados Unidos como "un virtuoso de la resignación (…) que logró su poder por su disposición a renunciarlo", se adapta bien a Espartero

Tanto Cincinato como Washington fueron ejemplos de virtud republicana, pero apenas había espacio para esto en la España de Espartero

En una época que palpitaba con las novelas melodramáticas igual que ocurre ahora con "Juego de tronos", él y Jacinta fueron los virtuosos protagonistas de un melodrama auténtico que se representó en tiempo real

Escrita por  Adrian Shubert y traducida por Eva Rodríguez Halffter, la biografía "Espartero, el Pacificador", que fue publicada, en septiembre de 2018, por Galaxia Gutenberg, tiene 760 páginas y puede ser adquirida por un precio de 30,00 euros.

sábado, 8 de septiembre de 2018

RECOMENDACIÓN: "FERNANDO VII. UN REY DESEADO Y DETESTADO", DE EMILIO LA PARRA


Fernando VII (1784-1833) ha sido considerado uno de los monarcas más nefastos de la historia de España, tanto por su carácter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones

Autoritario y cruel, ejerció un acusado poder personal y reprimió toda disidencia. Entre otras consecuencias, ello supuso la pérdida de casi la totalidad de las colonias americanas y el declive de España como potencia internacional. 

Basado en múltiples fuentes y documentos, en los relatos de la época y en las interpretaciones de la historiografía actual, "Fernando VII. Un rey deseado y detestado" -obra galardonada con el XXX Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias en 2018- traza la biografía de este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporáneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos

Al percibir en 1807 que Godoy había perdido totalmente el favor de la opinión pública y alcanzado tal tirantez su relación con Napoleón que estaba a punto de quebrarse, Fernando se comprometió de lleno en maniobras conspirativas y propagandísticas para acabar con quien desde años antes conducía la monarquía con plena fidelidad a Carlos IV

Es difícil suponer que Fernando y sus consejeros no fueran conscientes de que el fin de Godoy conllevaba el del rey, ya que era bien sabido que sus destinos estaban unidos

Durante la Guerra de la Independencia, cuando todo apuntaba a que Napoleón sería el vencedor, Fernando no tuvo reparo en felicitarlo repetidamente por sus victorias en España, en solicitar que lo admitiera como hijo adoptivo y en elogiar a José al ocupar el trono español

Finalizada la guerra y desbaratado el imperio napoleónico, Fernando no dudó en acabar con las instituciones y autoridades que habían dirigido el país y defendido su derecho a la corona

Para continuar en el trono, juró en 1820 la Constitución que había abolido seis años antes, pero en cuanto se percató de las luchas intestinas entre los liberales y de la animadversión de los Gobiernos europeos hacia el régimen político español, se puso al frente de la contrarrevolución y fue el primero en solicitar la ayuda militar extranjera para aniquilar el constitucionalismo

A partir de 1823 percibió que la amenaza para continuar ejerciendo su autoridad como él deseaba no sólo provenía de los liberales, sino también de los ultraconservadores o apostólicos, y se apoyó en los absolutistas no extremistas para combatir a unos y otros, aceptando algunas reformas administrativas que en realidad le repugnaban, pero contribuyeron a mantener su estilo de gobierno hasta su muerteSu reinado marcó el final de una época y el inicio de la política moderna en España

Escrita por Emilio La Parra, la biografía "Fernando VII, Un rey deseado y detestado", que fue publicada, en marzo de 2018, por Tusquets Editores, tiene 760 páginas y puede ser adquirida por un precio de 25,90 euros.