Fouché aprendió muy pronto algo que le fue muy útil toda su vida, el arte de saber callar, la forma de ocultarse a sí mismo y la maestría para ver y conocer el corazón humano.
Ese fue el aprendizaje y adiestramiento de Fouché antes de subir al podio del escenario mundial. Quizá no fue por casualidad que los tres grandes diplomáticos de la Revolución Francesa: Talleyrand, Sieryés y Fouché salieran de la de la escuela de la Iglesia.
Acérrimo comunista, profesor de niños de suburbio, sacerdote blasfemo, verdugo de Lyon, terror de los aristócratas, segundo ciudadano más rrico de Francia, mayor terrateniente del país, quintaesencia del conspirador político, intrigante y astuto, Fouché fue la sombra del poder durante los años que van desde la Revolución francesa a la restauración borbónica.
Según soplase el viento, Fouché se inclinaba por la república, por el Terror, por Napoleón o por Luis XVIII.
Fue una figura perversa y diabólica que supo sortear todos los riesgos y peligros a lo largo de su vida.
Escrito y dibujado por Kim, el álbum "Fouché. El genio tenebroso" tiene 120 páginas a color y puede ser adquirido por un precio de 24,95 euros.
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