Fernando VII (1784-1833) ha sido considerado uno de los monarcas más nefastos de la historia de España, tanto por su carácter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones.
Autoritario y cruel, ejerció un acusado poder personal y reprimió toda disidencia. Entre otras consecuencias, ello supuso la pérdida de casi la totalidad de las colonias americanas y el declive de España como potencia internacional.
Basado en múltiples fuentes y documentos, en los relatos de la época y en las interpretaciones de la historiografía actual, "Fernando VII. Un rey deseado y detestado" -obra galardonada con el XXX Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias en 2018- traza la biografía de este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporáneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos.
Al percibir en 1807 que Godoy había perdido totalmente el favor de la opinión pública y alcanzado tal tirantez su relación con Napoleón que estaba a punto de quebrarse, Fernando se comprometió de lleno en maniobras conspirativas y propagandísticas para acabar con quien desde años antes conducía la monarquía con plena fidelidad a Carlos IV.
Es difícil suponer que Fernando y sus consejeros no fueran conscientes de que el fin de Godoy conllevaba el del rey, ya que era bien sabido que sus destinos estaban unidos.
Durante la Guerra de la Independencia, cuando todo apuntaba a que Napoleón sería el vencedor, Fernando no tuvo reparo en felicitarlo repetidamente por sus victorias en España, en solicitar que lo admitiera como hijo adoptivo y en elogiar a José al ocupar el trono español.
Finalizada la guerra y desbaratado el imperio napoleónico, Fernando no dudó en acabar con las instituciones y autoridades que habían dirigido el país y defendido su derecho a la corona.
Para continuar en el trono, juró en 1820 la Constitución que había abolido seis años antes, pero en cuanto se percató de las luchas intestinas entre los liberales y de la animadversión de los Gobiernos europeos hacia el régimen político español, se puso al frente de la contrarrevolución y fue el primero en solicitar la ayuda militar extranjera para aniquilar el constitucionalismo.
A partir de 1823 percibió que la amenaza para continuar ejerciendo su autoridad como él deseaba no sólo provenía de los liberales, sino también de los ultraconservadores o apostólicos, y se apoyó en los absolutistas no extremistas para combatir a unos y otros, aceptando algunas reformas administrativas que en realidad le repugnaban, pero contribuyeron a mantener su estilo de gobierno hasta su muerte. Su reinado marcó el final de una época y el inicio de la política moderna en España.
Escrita por Emilio La Parra, la biografía "Fernando VII, Un rey deseado y detestado", que fue publicada, en marzo de 2018, por Tusquets Editores, tiene 760 páginas y puede ser adquirida por un precio de 25,90 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario