Noviembre de 1941, la Blitzkrieg de la Wehrmacht había empujado al Ejército Rojo a las puertas de Moscú.
Sin embargo, menos de cuatro años después, la hoz y el martillo ondeaba sobre las ruinas del Reichstag.
Un símbolo elocuente del final de una pugna a vida o muerte que supuso el triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nacionalsocialista, en el que fue, sin lugar a dudas, el frente decisivo de la Segunda Guerra Mundial.
Ni la Wehrmacht era la extraordinaria máquina militar que Hitler lanzó a la conquista de la URSS ni el Ejército Rojo era la masa de ovejas listas para el matadero que los alemanes pensaban encontrar delante.
"Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler"" también habla de las purgas estalinistas, que diezmaron lo mejor de la oficialidad del Ejército Rojo, y dedica un pequeño apartado a la Guerra ruso-finlandesa, que a menudo se olvida.
Los alemanes también se dejaron engañar por las primeras batallas de esta guerra creyendo que la conquista de la URSS sería coser y cantar.
Se olvidaron de revisar las postreras batallas de la guerra, en las que los soviéticos cambiaron las tornas gracias a sus descomunales medios.
El análisis del libro es riguroso. David M. Glantz presta mucha atención al papel jugado por comandantes como Rokossovsky, Timoshenko o Zhukov, que algunos historiadores sitúan entre los mejores líderes militares de la Segunda Guerra Mundial.
Fueron precisamente estos comandantes los que finalmente impusieron su forma de hacer la guerra a Stalin, quien, con Hitler, se había convertido en el principal enemigo del Ejército Rojo.
echa por tierra algunos mitos. La nieve y el barro, por ejemplo, también existían en el lado soviético. Sin embargo, los estudios alemanes sobre la guerra no explican por qué el Ejército Rojo seguía funcionando a pesar de las dificultades meteorológicas y de las distancias.
Otro mito: los inmensos recursos soviéticos. Glantz demuestra que los soviéticos consiguieron esa superioridad numérica en determinados frentes sustrayendo efectivos de sectores tranquilos, para lo cual practicaron con gran habilidad la maskirovka, el enmascaramiento.
Puesto que consideraban a los soviéticos como infrahombres, los alemanes jamás creyeron que podían ser engañados por éstos.
Lo fueron y muchas veces: dos de los ejemplos más flagrantes fueron la Operación Urano, la contraofensiva rusa a ambos lados de Stalingrado, que liquidó al VI Ejército, y Kursk, batalla que liquidó simple y llanamente cualquier posibilidad de Hitler de ganar la guerra en Rusia.
La pregunta esencial del libro es ésta: ¿por qué perdieron los alemanes? O mejor dicho, ¿por qué vencieron los soviéticos?
Publicado, en noviembre de 2017, por Desperta Ferro, el libro "Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler" tiene 528 páginas y puede ser adquirido por un precio de 29,95 euros.
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