Forzado a abandonar su querida Roma natal debido a ciertas irregularidades en el desempeño de su labor policial, el subjefe Rocco Schiavone es enviado al valle de Aosta, que pese a estar situado en la península Itálica, para un meridional como él es lo más parecido a aterrizar en Marte.
Rodeado de imponentes montañas, atenazado por un frío glacial y desconcertado ante el carácter circunspecto de los habitantes del lugar, Rocco encara su segundo caso con el mismo talante de siempre, irritable y transgresor hasta el límite de lo permisible, pero imbuido de un profundo sentido de la justicia. Rocco ha catalogado en grados los incordios o tocadas de cojones de la vida.
En esa escala de valores tan personal, el sexto grado corresponde a los niños que gritan en los restaurantes, los niños que gritan en las piscinas, los niños que gritan en las tiendas y, en general, los niños que gritan.
Siguen las llamadas de teléfono que ofrecen contratos integrales e increíbles para luz-agua-gas-móvil, el edredón que se sale del colchón y te deja los pies al aire en una fría noche de invierno y las "apericenas".
En el séptimo grado están los restaurantes con servicio lento, los entendidos en vinos y el compañero que había cenado ajo la noche anterior.
En el octavo, los espectáculos que duran más de una hora y cuarto, hacer o recibir regalos, las maquinitas de póquer electrónico y Radio María.
En el noveno, las invitaciones a bodas, bautizos, comuniones o cualquier tipo de fiesta; los maridos que se quejan de sus mujeres, y las mujeres que se quejan de sus maridos.
Y en el décimo grado, en lo alto del podio de las tocadas de cojones, en la cúspide de lo que esta vida de mierda podía endilgarle para fastidiarle el día, está el rey absoluto: un caso de homicidio al canto.
Cuando Ester Baudo es hallada muerta en su casa y, en la penumbra, se extienden las secuelas de lo que en apariencia ha sido un robo violento, Rocco se resiste a la tentación de creer lo evidente.
Una serie de coincidencias y divergencias, sumadas a la ambigüedad de algunos personajes, transformará gradualmente el escenario del crimen en una espesa niebla de misterios.
Para despejarla, Rocco pondrá en práctica su contundente método particular, basado en la intuición, la astucia, una inquebrantable lealtad a su gente de confianza y cierta tendencia a tomarse la justicia por su mano.
Escrita por Antonio Manizini y traducida por Regina López Muñoz y Julia Osuna Aguilar, la novela "La costilla de Adán", que fue publicada, en octubre de 2015, por Salamandra, tiene 256 páginas y puede ser adquirida por un precio de 17,00 euros.
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