El terror reina sobre las llanuras y los montes de Wyoming y Colorado. Enfurecidos por las expediciones mandadas contra sus apacibles campamentos y por la masacre deliberada de las manadas de bisontes que son su sustento, los Sioux, Cheyennes y Arapahoes desentierran el hacha de guerra.
Para ellos, los culpables son esos hombres del ferrocarril, los obreros de la Union Pacific, que, dirigidos por el General Dodge, construyen, a través del continente, de este a oeste, la vía férrea que, un día, unirá el Atlántico al Pacífico.
En el álbum "La Pista de los Sioux", el lector tiene ocasión de presenciar como los pieles rojas, dirigidos por el triunvirato formado por Nube Roja, Toro Sentado y Caballo Loco, siembran el terror en el Medio Oeste, aislando estaciones y pequeñas ciudades.
El campamento principal del ferrocarril es sitiado y sus defensores, comandados por Dodge en persona, se encuentran al límite de sus fuerzas.
Sin embargo, los indios ignoran que los verdaderos responsables de las incursiones contra las que se han rebelado son, en realidad, de los esbirros a sueldo de la rival de la Union Pacific, la Central Pacific, comandados por Jethro Diamond, un manco gigantesco, a quien su mano artificial de acero le ha valido el apodo de "Steelfingers".
Estos mercenarios han cumplido admirablemente su siniestra misión: desatar una guerta india capaz de detener los trabajos de la Union Pacific y conseguir, además, que los indios los consideren como aliados.
"Steelfingers" ayuda a los pieles rojas a interceptar y destruir un tren de socorro enviado a los sitiados del campamento principal que transportaba la paga de los obreros.
Solo tres hombres conseguirán escapar al exterminio: Blueberry, quien actuaba como jefe de la escolta y especialista en asuntos indios, y sus amigos Red Neck y Mc Clure.
Los tres amigos, luego de salvar el dinero y esconderlo para evitar que caiga en malas manos, son perseguidos por los indios y la banda de "Steelfingers".
Si quieren sobrevivir tendrán que separarse, Mc Clure y Red Neck intentarán llegar a Julesburg, mientras que Blueberry tratará de despistar a sus perseguidores y alcanzar el campamento sitiado del General Dodge.
Al comienzo del álbum "El General Cabellos Rubios"". la acción se sitúa en noviembre de 1868, cuando las primeras nieves anuncian la llegada de una paz relativa a las colinas salvajes y heladas de Wyoming y Colorado.
Después de muchos problemas, el Teniente Mike S. Blueberry parece haber conseguido negociar un precario armisticio con los Sioux y los Cheyennes que habían desencadenado una feroz guerra contra los trabajadores de la Union Pacific.
Blueberry ha prometido a los Jefes SIoux y Cheyennes que las verdaderas negociaciones se iniciarán inmediatamente después de la época de la caza del bisonte y que, durante ese período en que los guerreros se alejan de sus campamentos, los Casacas Azules no los atacarán.
Sin embargo, el General Allister, conocido como el "Gran Matador de Pieles Rojas", ,manipulado por los políticos y burócratas de Washington, solo quiere negociar después de haber logrado una gloriosa reputación militar masacrando los campamentos indios.
Por ello, Allister se niega a ratificar las promesas hechas por Blueberry e incorpora a éste a su Séptimo de Caballería para impedir que avise a Dodge de la inminente ruptura de la tregua.
Rompiendo la palabra dada, las tropas comandadas por Allister, reforzadas por guías y conductores de mulas, entre los que se encuentran Jimmy Mc Clure y Red Neck, dos viejos compañeros de aventuras de Blueberry, se adentran en las Colinas Negras, buscando los desprotegidos campamentos Sioux y Cheyennes.
En el arranque del álbum "La Mina del Alemán", el lector descubre que, después de su participación en las guerras indias, Blueberry ha sido trasladado a Palomito, un pueblo fronterizo barrido por el viento ardiente del desierto.
Como tantas otras en aquella época, Palomito es una turbulenta población de buscadores de oro, aventureros y desesperados.
Blueberry ha sido comisionado para mantener la paz y hacer cumplir la ley en un mundo, dónde los colts y los puños se disparan solos, sustituyendo provisionalmente al Marshall, derribado poco antes por una rafagas de plomo en la espalda.
Allí conoce a Werner Amadeus Von Luckner, apodado "Prosit", oveja negra de una gran familia prusiana, antiguo oficial, un poco médico, un poco geólogo, pero canalla a carta cabal.
Von Luckner dice ser poseedor de un mina de oro que se encuentra en el corazón de los Montes Superstición, la montaña sagrada de los Apaches, un laberinto infernal de piedras y arena, sin agua, e infestado de crótalos.
Embaucado por las historias de Von Luckner, Jimmy Mc Clure acompañará al alemán a los Montes de Superstición en busca del filón que ha de cambiar sus vidas.
En "El Fantasma de las Balas de Oro", sale a la luz la verdadera faz de Von Luckner, quien, en varias ocasiones, ha tratado de llegar hasta el filón, liquidando fríamente a los que, como Mc Clure, a cambio de una parte del tesoro, le ayudaban a montar la expedición.
Sin embargo, cada vez que ha intentando llegar hasta la Mesa del Caballo Muerto. Von Luckner se ha encontrado con que los Apaches y una extraña maldición que parece pesar sobre los Montes Superstición le han forzado a dar media vuelta.
Para salvar a su viejo amigo, Blueberry tendrá que adentrarse en las estribaciones de los Montes Superstición.
Agotados y sedientos, los protagonistas de este drama vagarán, con creciente desazón y bajo un calor torturante, por paisajes áridos, enormes paredes lisas y profundos cañones en pos de un objetivo, más lancinante aún que su sed, que les obsesiona: el oro de un filón fabuloso escondido en alguna parte de un circulo rocoso que, según se dice, es una caldera del infierno.