La historia es un desfile de máquinas de guerra que aran la tierra hasta volverla polvo, y la más cruel de todas era la Compañía Mercantil Pendelton.
En 1819, la Compañía Pendleton estaba enfrascada en inundar China de opio. Sus barcos llegaban vacíos, de las arcas inglesas no salía un chelín.
La Pendleton compraba té a crédito, vendía opio producido por esclavos para saldar dichos créditos con un beneficio sustancial y luego emprendía el viaje a casa con barcos cargados de té, seda y plata.
Por el bien del mercado de té, China permitía a la Pendleton ocupar una pequeña zona de tierra en el delta del Río de las Perlas.Todas las tazas de té que se beben en Europa estuvieron antaño en forma de hoja bajo ese techo. Los chinos lo llamaban la Casa de los Bárbaros. Era un almacén, una fortaleza, una embajada, un puesto de avanzada y una fachada para la mayor operación criminal de la historia.
Esa era la razón de que Inglaterra fuese rica mientras el resto de Europa estaba plantando en campos cubiertos de sal.
Los chinos toleraban que la Compañía Pendleton se dedicase al contrabando de opio porque la Marina Inglesa podía asfixiarlos en cuestión de semanas.
Lo único que podía hacer China era restringir el acceso a la Casa de los Bárbaros. Todos los cargos de la Pendleton vivían allí en espléndidas dependencias encima de los almacenes, gordos y felices. Al cabo de cinco años, un funcionario joven podía volver a Inglaterra con la bastante riqueza para comprar un ducado.
La Compañía Mercantil Pendleton exprimía a millones esclavos con adormidera y luego los mataba de hambre.
Lo que hacía la Pendleton estaba mal, pero solo había una persona dispuesta a combatirla, ese alguien era el tiburón del Índico, Hannah Mabbot, la Loca, la pelirroja capaz de volver de entre los muertos, ya que diez o doce testigos fiables aseguraban haberla visto perecer acribillada a tiros y ahogada, y sin embargo continuaba asolando las rutas de la Compañía Pendleton, mientras dejaba a su paso una estela de sangre en las aguas.
Ahora, Mabbot se prepara para dejar una huella que la historia nunca olvidará, destruir la Casa de los Bárbaros, y, con ello, lograr un fuego se extienda más allá del del Río de las Perlas y que China inicie una guerra contra la Pendleton.
Escrita por Eli Brown, "Entre pólvora y canela", que fue publicada, en julio de 2017, por Salamandra, tiene 368 páginas y puede ser adquirida por un precio de 20,00 euros.
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