sábado, 5 de agosto de 2017

RECOMENDACIÓN: "ZEBULON", DE RUDOLPH WURLITZER


Zebulon ha vivido aventuras que ponen la piel de gallina, más que ningún otro cabrón con el que puedan toparse los lectores.

Le tirotearon en la senda de Oregon, le arrancaron la cabellera y dieron por muerto en las sierras altas, se le congelaron las tripas en más de un túnel de fuga, llenó de trampas el Gila y el Green, casi se ahoga en el Green.

Fue tabernero en Hangtown, marinero en una barcaza en el Secramento, asaltante de caminos, jefe de casino, domador de caballos, descuartizador de búfalos, cochero, leñador, peón del ferrocarril; todo eso y mucho más.

Llegó hasta Alasky y los bosques petrificados, oyó la opry en San Fran, escoltó desertores y a negros hasta el viejo México y después siguió hasta más al Sur para liberar Nicaragua junto al General Walker.

Trapicheó con no pocos mamarrachos chinos, irlandeses y alemanes, por mencionar solo a unos cuantos.

Hizo y perdió más de una fortuna, puso pepitas de oro en los ojos muertos de una muchacha mexicana con el vientre abierto por haber echado un polvo con el cliente equivocadoLuego se lo gasto todo en menos tiempo del que tardó en ganarlo.

Se jugó y perdió más oro en tres días de lo que la mayoría de los pioneros ganan en toda su vida. Dio con una gran veta en Virginia City y su socio le robó hasta las botas; le costó un año, pero acabó clavando su cabellera en la puerta de la iglesia de Sutterville

Ha participado en los redezvous de las montañas donde las mentiras de los tramperos locos se convertían en verdades y las verdades en mentiras

Esas celebraciones primaverales de las capturas invernales solían prolongarse durante todo un mes o más, hasta que todo el mundo acababa afónico de tanto hablar o muerto o arruinado.

Le buscan vivo o muero por atraco a un banco, asesinato, incendio y robo de caballos. pero lo que realmente le preocupa es que, desde que mato a Lobo Bill y a su amante Ni Aquí y ésta le maldijo, vaga sin rumbo, como un ciego entre mundos, sin saber si esta vivo o muerto, o si el mundo que no ve existe, o si todo es un sueño.

Escrita por Rudolph Wurlitzer y traducida por Irene Oliva Luque, "Zebulon", que fue publicada, en 2017, por Tropo Editores, tiene 336 páginas y puede ser adquirida por un precio de 19,95 euros.

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