"Entonces todos los cristianos descendieron al asalto e inmediatamente los sarracenos se dieron media vuelta y abandonaron a una gran multitud de sarracenos en el campo que fueron sacrificados inmediatamente", carta remitida por Blanca de Castilla, hija de Alfonso VIII, a Blanca de Navarra, hermana de Sancho VII.
En 1195, las tropas castellanas de Alfonso VIII de Castilla sufrieron una gravísima derrota a manos de de los almohades, defensores férreos de la fé llegados desde el Magreb.
Fue en Alarcos, la última gran victoria musulmana en la península ibérica. Alfonso VIII estuvo a punto de perecer en la propia batalla, pero gracias a los más leales entre los de su hueste pudo retirarse a restañar sus heridas y preparar su venganza.
En 1211, mientras que los reinos cristianos del norte peninsular se desangraban en guerras fratricidas por el control de sus territorios, el Califa almohade Al-Nashir preparó un gran contingente con la intención de ocupar la totalidad de la península ibérica.
Los reyes cristianos tendrían elegir entre dejar atrás sus diferencias y unirse o sucumbir ante el avance de Al-Nashir. En una jugada maestra, Alfonso VIII logró, en 1212, convencer, al Papa Inocencio III para que proclamara la Santa Cruzada contra los almohades por la que se prometía el perdón de los pecados a todos los que participasen en la batalla.
El 20 de julio de 1212, un ejército cruzado salía de Toledo. El grueso del ejército cristiano lo componían las tropas castellanas encabezadas por la enseña los dos lobos sobre fondo blanco del Señor de VIzcaya, Don Diego López de Haro, así como los contingentes de las Ordenes Militares de Salvatierra, Santiago, del Temple y el Hospital comandadas por sus respectivos Maestres.
El reino de Aragón acudió en ayuda de Castilla con un ejército de unos tres mil caballeros liderados por su monarca Pedro II. La hueste navarra, dirigida por el rey Sancho VII, el Fuerte, estaba formada por unos trescientos caballeros.
En julio de 1212, los cristianos llegaron al enclave de la Mesa del Rey donde levantaron su campamento y se prepararon para combatir a las tropas de Al-Nashir.
Las heterogéneas tropas cruzadas dispusieron su formación de combate. El cuerpo central fue ocupado por la caballería castellana, el flanco izquierdo fue tomado por los caballeros de Pedro II de Aragón y el flanco derecho fue adjudicado por los nobles navarros de Sancho VII. En la retaguardia, se situaron las Ordenes Militares y las milicias castellanas, que asistían a uno y otro flanco.
Alfonso VIII ordenó a su caballería pesada avanzar sobre las primeras filas almohades. Inicialmente, los castellanos hicieron mella sobre la vanguardia almohade, pero las tropas ligeras de Al-Nashir no cedieron un palmo de terreno, e, incluso, consiguieron descabalgar a los jinetes cristianos, desorganizando su ataque. Miles de cadáveres cubrían el campo de batalla.
Entonces, Alfonso VIII tomó la decisión que cambió el curso de la batalla y lanzó la conocida como "Carga de los Tres Reyes". Era vencer o morir. Pedro II, Sancho VII y Alfonso VIII se pusieron al frente de sus hombres. Por su parte, las Ordenes Militares movilizaron todo lo que teníán. Era la última y desesperada carga de los cristianos.
Los cruzados consiguieron rebasar a las líneas almohades y lucharon con tenacidad. Los almohades no pudieron recomponer sus filas y, presas del pánico, iniciaron la desbandada.
Sancho VII consiguió plantarse en la tienda real de Al-Nashir, quien solo tuvo tiempo para huir a uña de caballo con la ayuda de un pequeño grupo de leales.
Los integrantes de la Guardia Negra almohade se quedaron para morir uno a uno defendiendo la tienda del califa. Los navarros rompieron las cadenas que circundaban la tienda de Al-Nashir, cadenas que se incorporaron a la parte principal del escudo de Navarra.
El guionista y dibujante Jesús Cano de la Iglesia nos ofrece una crónica rigurosa y bien documentada, que permite conocer todos los pormenores de la campaña que desemboco en la batalla de Las Navas de Tolosa, una de las más trascendentes y sangrientas de toda la Reconquista.
"1212. Las Navas de Tolosa", que ha sido publicado por la editorial Ponent Mon, tiene 76 páginas a color y puede ser adquirido por un precio de 18,00 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario