"Son muchas las opinones que se sostienen en este mundo, y una buena mitad de ellas pertenecen a individuos que nos se han encontrado nunca en situaciones difíciles", Anton Chéjov
La gente que vemos es la que va al mercado, la como de día y duerme de noche. La que por ahí diciendo tonterías, se casa, envejece y lleva apacible a sus difuntos al cementerio.
En cambio, todo lo horrible de la vida ocurre no se sabe muy bien dónde. Solo protestan las mudas estadísticas: "Tanta gente se ha vuelto loca, tantos niños han muerto de hambre ...".
Este orden de cosas es necesario; el hombre feliz, al parecer, se siente bien porque los desgraciados arrastran en silencio su destino. Sin este silencio la felicidad sería imposible.
Haría falta que detrás de la puerta de cada hombre feliz y satisfecho hubiera alguien con un martillito. Haría falta que diese golpes continuamente para recordarle que existe la gente desgraciada.
Que la vida, por feliz que sea, tarde o temprano, le enseñará sus garras y la desgracia -la enfermedad, la pobreza, la muerte- caerá también sobre él y entonces nadie lo verá, ni oirá, como ahora él tampoco oye ni ve a los demás.
Pero ese hombre del martillo no existe, el hombre feliz sigue su vida, los pequeños quehaceres de cada día le afectan muy por encima como a la encina el viento.
Madrid amanece en su cuarta jornada de huelga general, pequeños grupos armados intentan asaltar sin éxito la Presidencia del Gobierno de la República.
La huelga no persiste en el sur. A pesar de todo hay disturbios en Andalucía y Extremadura. Se contabilizan varios asaltos a Ayuntamientos, incendios en Iglesias y enfrentamientos con la Guardia Civil.
Clama tensa en Aragón, la CNT de Zaragoza no participa en la revuelta. Conflictos aislados en algunas comarcas del norte.
Agitación en Logroño y Navarra, donde los insurrectos incendían cultivos y propiedades. Graves disturbios en Valencia, propiciados por la UGT. Los obreros del puerto están en huelga y algunas localidades del sur se han entregado al comunismo libertario.
Las zonas industriales Santander son también focos de conflictos. Castilla arde por la sedición general y la Guardia Civil libra combates por doquier.
Se registran incidentes en las zonas mineras de Vizcaya. En Barcelona se proclama el Estado catalán de la República Federal de España.
En cambio, en Asturias no hay revueltas ni desordenes, lo que hay es una revolución en marcha. Cae el cuartel de Mieres. Destruyen la sede del Sindicato Católico de Aller. Cortan la comunicación con el cuartel de Moreda. Tampoco hay noticias del Puesto de Caborana. En Langreo, se oyen explosiones en el interior del cuartel de la Guardia Civil.
En Oviedo, la ciudad permanece en silencio, hasta que de repente se oye un ruido en la lejanía. Es la dinamita de los mineros.
Los revolucionarios atacan Oviedo y empiezan a controlar algunos barrios. La Guardia de Asalto y los Carabineros no pueden contenerlos. El ejército permanece atrincherado en los cuarteles del Milán.
La guarnición militar de la fábrica de armas de La Vega se rinde y la fabrica cae en manos de los mineros. Definitivamente, en Asturias no hay revueltas ni desordenes, lo que hay es una comunidad revolucionaria.
El segundo volumen de "La balada del Norte", obra del guionista y dibujante Alfonso Zapico, fue publicado, en mayo de 2017, por la editorial Astiberri, tiene 256 páginas en blanco y negro y puede ser adquirido por un precio de 18,00 euros.
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