En el siglo XV, la familia Médicis es la más importante de Florencia; su Casa impera en la ciudad de la Cruz y el Lirio Dorado.
A comienzos de ese siglo XV, los Strozzi habían sido los banqueros más ricos de Florencia; pero comenzaron a ascender los Médicis, originarios de Mugello, que se habían instalado en Florencia en el siglo XII, y por su talento natural, aplicable especialmente a los negocios, en sus comienzos fueron cambistas, acumularon poco a poco una muy considerable fortuna. Con ellos estaban destinados a competir otros grandes banqueros: los Pazzi.
En una ciudad como Florencia, cuyos habitantes estaban siempre dispuestos a echarse a la calle en favor o en contra de unos o de otros, los Médicis lograban mantener el equilibrio.
En aquellos tiempos, las tintorerías de Florencia habían alcanzado gran maestría en los trabajos del teñido de la lana.
Lograron los Médicis durante un tiempo adueñarse de esta explotación, pero la concesión de este privilegio por el papa Sixto IV a la familia de los Pazzi fue entendida como una agresión por Lorenzo el Magnífico, que inmediatamente tomó venganza expoliando a un miembro de la familia Pazzi de una herencia dudosa.
A la muerte de Felipe de Médicis, arzobispo de Pisa, el papa Sixto IV, contra la voluntad de la Señoría de Florencia, invistió de aquel arzobispado a Francesco Salviati, acérrimo enemigo de la familia Médicis.
Al no prestarse la Señoría a darle posesión, se siguieron entre el papa y la familia Médicis, a causa de este enfrentamiento, nuevas ofensas.
Además, Sixto IV hacía a la familia de los Pazzi grandes favores y perjudicaba a los Médicis.
Lorenzo de Médicis, el Magnífico, rebosante de ardorosa juventud y de potencia, ansiaba intervenir en todo y que los demás aceptasen su opinión; o lo que era igual, su deseo.
Al no poder la familia Pazzi, de tan cuantiosa fortuna y tan probada nobleza, soportar las injurias reiteradas, los menosprecios y las que, desde su apreciación, son notorias injusticias que iban en detrimento no sólo de su honor, de su fama, sino de su hacienda, los hermanos Iacopo y Francesco de Pazzi empiezan a pensar en la posible venganza.
Por el mismo tiempo, decide el papa fundar en la Romaña un estado independiente que pasara a ser dominio de su sobrino (para las personas malpensadas, hijo) el cardenal Riario, decisión a la que se oponen Lorenzo y su hermano Giuliano.
En vista de lo cual, los hermanos Iacopo y Francesco de Pazzi, apoyados por Sixto IV, el cardenal Riario el arzobispado Francesco Salviati, organizan una conjura para acabar con la vida de Giuliano y Lorenzo de Médicis; conjura que habrá de llevar a cabo el padre Maffei.
Un crimen premeditado y sangriento de consecuencias imprevisibles para la Historia y que hará de Maffei una polémica cabeza de turco.
Escrita por Fernando Fernán-Gómez, la novela "La Cruz y el Lirio Dorado", que fue publicada, en febrero de 1999, por Espasa, tiene 312 páginas.
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