Cuando Ana Penyas le dijo a su abuela Maruja que iba a hacer un cómic basado en su vida, ésta la respondió que mejor escribiera una historia de amor.
Cuando Ana le dijo lo mismo a su abuela Herminia, ésta se alegró mucho y la dijo dijo “sí, claro, nena”.
Así que, grabadora en mano, Ana fue a ver a su abuela Maruja para que la explicara, por ejemplo, que creció en en un ambiente represivo y que siempre ha estado sola: de pequeña, con su tía, lejos de sus padres, y luego con su esposo al que no quería.
Después visitó a su abuela Herminia y descubrió que ésta, aunque su madre la había abandonado, se crió rodeada de gente. Su familia siempre tuvo el teatro del pueblo y Herminia siempre recuerda la cantidad de gente que pasaba por allí.
la importancia de su bisabuela Hermenegilda y las causas de aquel aire bohemio tan peculiar.
Las mujeres de su generación, a quienes no se suele cuidar como ellas cuidaron a sus familias, siempre fueron personajes secundarios de otras vidas: la esposa de, la madre de, o la abuela de.
Como Maruja y Herminia. Sus anécdotas, sus ideas y su mundo están en la novela gráfica "Estamos todas bien", una comedia costumbrista que las convierte, por primera vez en sus vidas, en protagonistas.
Publicada, en noviembre de 2017, por Salamandra Graphic, la novela gráfica "Estamos todas bien" tiene 112 páginas a color y puede ser adquirida por un precio de 17,00 euros.
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